El conjunto conforma una pequeña comunidad de ocho viviendas en una tranquila zona residencial de Madrid configurada bajo la tipología de dúplex apilados en dos niveles disponiendo todas ellas de dos orientaciones en esquina. Las cuatro viviendas inferiores disfrutan de un jardín privado al nivel del suelo mientras que cada una de las superiores disfruta de una cubierta ajardinada igualmente privada. Además, todas las viviendas comparten un jardín con zona de juegos infantiles, una piscina con solárium y un garaje comunitario que incluye plazas de motos y trasteros. Las viviendas diferencian sus zonas estanciales de la de dormitorios por plantas. El ascensor tiene parada únicamente en las dos plantas públicas de los dúplex, la baja para las viviendas a nivel de parcela y la tercera para las superiores. Con esta organización se dota de gran privacidad a las viviendas que se convierten en pequeñas casas unifamiliares con jardín. Este efecto se consigue en las plantas bajas rodeando las dos fachadas de cada vivienda de un jardín con zonas diferenciadas de estancia, comida y barbacoa que se relaciona con el interior mediante grandes ventanales correderos y que se aísla de los vecinos y las calles mediante altas paredes de frondosa vegetación. Por su parte, las plantas superiores extienden su salón en vertical mediante una cómoda escalera-claraboya que accede a una azotea ajardinada que constituye un verdadero privilegio en esta zona de Madrid. La rotunda volumetría del edificio muestra una elegante personalidad que busca una imagen de conjunto cohesionado. Sus fachadas de aluminio con grandes ventanales de suelo a techo y celosías troqueladas a juego con los paneles opacos contrastan con las pérgolas ligeras y los elementos vegetales. Un sistema de terrazas voladas de generosas proporciones prolonga los salones, dormitorios y cocina en auténticas estancias al aire libre protegidas por altos petos de madera que aseguran la privacidad sin restar vistas.