Torres de viviendas y oficinas
Vitoria Gasteiz, España. 2006
Primer Premio. Concurso Internacional por invitación. Superficie: 24.500m2
ARQUITECTOS: Juan Herreros, Iñaki Ábalos
EQUIPO DE PROYECTO: David Sobrino, Juanjo González Castellón, Renata Sentkiewicz, Elena Cuerda, Christian Leibenger
ESTRUCTURAS: Obiol y Moya
Premios
-Premio AVS Euskadi 2009 (Mejor actuación de Vivienda)
-Premios FAD 2008: Finalista

Cuatro torres que son el resultado de desdoblar los dos grandes edificios previstos en el planeamiento original rematan el eje principal del ensanche de Salburúa elevándose sobre el paisaje con un gran humedal a sus pies. La posición de cada una girada respecto de las otras provoca una experiencia cinemática otorgando valor pintoresco al recorrido en coche por la sinuosa vía parque que delimita la ciudad y el humedal. Los edificios dividen su programa en siete plantas de oficinas (altura desde la que se percibe el montículo del centro histórico) y el resto de viviendas, todas ellas con dos o tres fachadas) y renuncian a los típicos jardines privados para dejarse inundar a sus pies en continuidad con el humedal ocultando sendos garajes bajo los estanques públicos. Una sola ventana y un único material opaco de cerramiento es el primer paso de un programa de simplificación extremo que se despliega sirviendo a una concepción bioclimática integral, en la que las torres captan energía de las tres orientaciones más favorables, garantizando con sus proporciones el máximo aprovechamiento de la radiación solar.
Torres de viviendas y oficinas
Vitoria Gasteiz, España. 2006
Primer Premio. Concurso Internacional por invitación. Superficie: 24.500m2
ARQUITECTOS: Juan Herreros, Iñaki Ábalos
EQUIPO DE PROYECTO: David Sobrino, Juanjo González Castellón, Renata Sentkiewicz, Elena Cuerda, Christian Leibenger
ESTRUCTURAS: Obiol y Moya
Premios
-Premio AVS Euskadi 2009 (Mejor actuación de Vivienda)
-Premios FAD 2008: Finalista
Cuatro torres que son el resultado de desdoblar los dos grandes edificios previstos en el planeamiento original rematan el eje principal del ensanche de Salburúa elevándose sobre el paisaje con un gran humedal a sus pies. La posición de cada una girada respecto de las otras provoca una experiencia cinemática otorgando valor pintoresco al recorrido en coche por la sinuosa vía parque que delimita la ciudad y el humedal. Los edificios dividen su programa en siete plantas de oficinas (altura desde la que se percibe el montículo del centro histórico) y el resto de viviendas, todas ellas con dos o tres fachadas) y renuncian a los típicos jardines privados para dejarse inundar a sus pies en continuidad con el humedal ocultando sendos garajes bajo los estanques públicos. Una sola ventana y un único material opaco de cerramiento es el primer paso de un programa de simplificación extremo que se despliega sirviendo a una concepción bioclimática integral, en la que las torres captan energía de las tres orientaciones más favorables, garantizando con sus proporciones el máximo aprovechamiento de la radiación solar.