Play box
Madrid, España. 2011
Encargo Directo. Superficie: 500m2
RESPONSABLE DEL PROYECTO: Ana Torres
EQUIPO DE PROYECTO: Carmen Antón, Paula Vega
ARTISTA COLABORADORA: Mónica Fuster
ESTRUCTURAS: Eduardo Barrón
ILUMINACIÓN: Maurici Ginés
FOTOGRAFÍAS: Luis Asín, Fernando Alda, Mónica Fuster
El proyecto consiste en la reconversión de un espacio industrial en otro habilitado para la producción de cine y televisión. Se trata de un espacio multiusos sofisticado, de marcado carácter escenográfico que diferencia una serie de zonas de contenido y ambiente diferenciado. Esta dualidad programática tiene su traducción arquitectónica a través de estrategias como la elevación del pavimentos, la introducción de objetos singulares – las esferas del espacio principal, las peceras de vidrio, la gran mesa de trabajo – una cuidada selección de materiales y un minucioso estudio lumínico. En definitiva, los conceptos del proyecto giran en torno a la construcción de un mundo ilusorio que estimula la experimentación y la percepción sensorial al tiempo que se exploran formas contemporáneas de relación entre espacio y creatividad, innovación, trabajo en equipo, comunicación y explotación de los talentos que se verán estimulados por hacerlos operar en un espacio cambiante y dinámico, en el que se mezclan los puestos de trabajo, las sesiones de fotografía, las presentaciones, etc en un contenedor.
Play box
Madrid, España. 2011
Encargo Directo. Superficie: 500m2
RESPONSABLE DEL PROYECTO: Ana Torres
EQUIPO DE PROYECTO: Carmen Antón, Paula Vega
ARTISTA COLABORADORA: Mónica Fuster
ESTRUCTURAS: Eduardo Barrón
ILUMINACIÓN: Maurici Ginés
FOTOGRAFÍAS: Luis Asín, Fernando Alda, Mónica Fuster
El proyecto consiste en la reconversión de un espacio industrial en otro habilitado para la producción de cine y televisión. Se trata de un espacio multiusos sofisticado, de marcado carácter escenográfico que diferencia una serie de zonas de contenido y ambiente diferenciado. Esta dualidad programática tiene su traducción arquitectónica a través de estrategias como la elevación del pavimentos, la introducción de objetos singulares – las esferas del espacio principal, las peceras de vidrio, la gran mesa de trabajo – una cuidada selección de materiales y un minucioso estudio lumínico. En definitiva, los conceptos del proyecto giran en torno a la construcción de un mundo ilusorio que estimula la experimentación y la percepción sensorial al tiempo que se exploran formas contemporáneas de relación entre espacio y creatividad, innovación, trabajo en equipo, comunicación y explotación de los talentos que se verán estimulados por hacerlos operar en un espacio cambiante y dinámico, en el que se mezclan los puestos de trabajo, las sesiones de fotografía, las presentaciones, etc en un contenedor.